"El mundo no se hizo en el tiempo, sino con el tiempo"

San Agustín

domingo, 27 de julio de 2014

Regreso a la Semana Negra

¡Por fin!

Ya tenía yo ganas, ya.

Primero, la de retomar el blog, abandonado en cuerpo (no en alma, como a veces he dicho)

Segundo: que después de varios años sin pisar estas tierras del norte, lo he hecho.

¿Y qué me he encontrado? Pues un festival literario más vivo que nunca, donde los organizadores han seguido (y seguirán, espero) dando caña, aunque a veces no sean políticamente correctos. Me refiero, naturalmente, a la Semana Negra de Gijón que se celebra desde hace varias decenas de años, por estas fechas de julio.
Tengo que aclarar que a mí los motivos políticos no son los que más me interesan de estos festivales, ya que debe primarse la literatura y el ampliar la lectura a todo tipo de gente. Y eso es lo bueno que siempre me he encontrado aquí, y, afortunadamente, lo sigo encontrando.
Aunque ya escribí alguna entrada hace años, reitero la importancia que veo a esta feria (festival, evento, ¿cómo leches lo llamo, con perdón?): puede uno tomarte una cerveza, o unos churritos, y lanzarte ipso facto a escuchar a Lorenzo Silva, George R.Martin o a Alfonso Mateo Sagasta. Y, si tienes algo de suerte, hasta tomártelo con ellos. Es decir, se afianza un concepto que yo siempre he creído válido (aunque no creo que todo el mundo piense así): que la cultura está ligada con la diversión, o, por lo menos, la cultura no DEBE ser aburrida.

Una fórmula de fácil apariencia pero muy difícil llevarla a cabo. Y, otra cosa de mi cosecha: lástima que los motivos políticos sean los que defenestran o apoyan un evento plenamente válido como lo es éste.
"No necesitamos este tipo de festivales", escuché un día mientras paseaba por el paseo marítimo a varios vecinos (supongo) de la ciudad. Y hablaban sobre un evento que, según he leído en varios medios de comunicación (y no este año, sino hace ya varios) atrae a un millón de personas en los diez días que dura...Si esto no interesa, pues dígame usted qué, en fin...

Para el que todavía no lo conozca, lo explico brevemente: se trata de un evento literario que versa sobre estos tres temas: novela Negra, de inicio sobre la que se generó todo este tinglado, fantástica e histórica. Pero las carpas donde se producen las presentaciones, aparte de constar de una barra para tomar una caña, se encuentran rodeadas por multitud de casetas y puestos de venta de lo más diverso: desde pulperías gallegas a puestos de venta al más puro estilo "rastrillo". Sin olvidar los puestos de libros que no pueden faltar, o carpas y escenarios para conciertos vespertinos...Ah, y la feria, por si fuera poco lo anterior. Con una noria que quita el hipo... En fin, que uno puede perderse por la Semana Negra sin ver un solo libro si quiere. O tomarse una sidrina o un choricito con uno de sus escritores preferidos. A elegir.

Dos cosas, sin embargo, no me han gustado de este encuentro, para mí de los mejores del panorama nacional. Una primera: que se palpa en muchos instantes el carácter político, impulsor y transgresor en todo momento, y generador de entusiasmos y a la vez odios que pueden resultar nefastos y que, continuamente, han intentado dar al traste con tristes impedimentos y quejas diversas, muchas de ellas sin ningún fundamento. Cuánto echo de menos que la política se deje a un lado...
Lo otro que me ha decepcionado, y esto ha sido tras una conversación con dirigentes de la misma organización, es la poca confianza que se tiene en los autores "indies" o independientes que cada día abundan más. Sus argumentos: "los autores independientes no pueden competir en calidad con los publicados por editorial". Siento disentir, señores y, cada día, más.
Se niega aquí la posibilidad de su presencia, y me temo que con no mucho fundamento, sino por "el sentir general". Es decir, que me temo que la organización se ha devorado pocos libros de "independientes" y se han quedado con lo típico: "Si autopublicas es que te han rechazado las editoriales, y tienes pocos filtros". Como si en alguna editorial que me conozco hayan tenido en cuenta algo más que el tirón que va a dar la novela del "famosillo/a" de turno. Menuda quatité hallamos en ocasiones. Presiento que, si no cambian de parecer en la organización, y viendo la interminable y creciente crisis de éste y otros sectores, no se aprovechará uno de los crecientes motores que pueden ayudar a que el sector literario no se desplome definitivamente.

Sea lo que fuere, este año he vuelto a quedarme prendado una vez más. La Semana Negra engancha, sin duda. Aconsejo a todo el que le guste leer o escribir, que trate de pasarse en algún momento de su vida. Será una experiencia que agradecerá su mente (y, encima, no se aburrirán ni usted ni ella)


La Semana Negra se realiza todos los años durante unos diez días, generalmente dentro de la primera quincena de julio. Este año lo fue desde el 4 al 13 de julio.