"El mundo no se hizo en el tiempo, sino con el tiempo"

San Agustín

domingo, 14 de junio de 2015

El verano se acerca: ¿Y qué hago yo ahora? Por ejemplo, leer.

Como el verano se acerca y la Feria del Libro de Madrid está próxima a su fin, me voy a permitir una entrada algo fuera de lo común. Se que no soy quién para recomendar libros, pero en este caso lo haré con algunos que creo se merecen dedicar algo de nuestro tiempo. Debo admitir que hay parte subjetiva, así que no le hagáis mucho caso.
Mercedes Gallego y varios de sus libros acaban de pasar por la misma (Feria del Libro de Madrid): Operación Maletín, El asesino del Ajedrez, o Matar al Mensajero son varias de las opciones que disponéis para refrescaros este verano. Novela Negra que parte de una mujer que ha vivido lo suyo (yo la denomino cariñosamente la "Señorita Marple"), y que plasma en estos escritos parte de su extensa experiencia y sus particulares intereses. Aconsejo probar este cóctel molotov, al menos en alguna dosis.
Javier Pellicer y su Legados, cambiando de registro, es otra de las opciones que siguen estando bien vivitas. A pesar de no ser un libro que acaba de salir, la calidad intrínseca de los escritos de este joven escritor es marca obligada para probar esta fantasía épica. Te animo a ello si tus gustos se acercan a la obra Tolkiana.
Concepción Perea y su Nicasia Recorretúneles podrían ser otra buena opción dentro de la fantasía. Una escritora con amplio bagaje cultural, dedicado en cuerpo y alma a los talleres literarios y sus escritos no pueden quedarse atrás. "La corte de los espejos" es un buen ejemplo de su obra.
Teo Palacios, Blas Malo o Ramón Muñoz son tres escritores que aconsejo a todo el que le guste el ámbito de la novela histórica. Los tres autores, creo que excelentes narradores, se encuentran a gusto en estos temas y consiguen que los lectores lo estén y disfruten. "La predicción del Astrólogo", "El señor de Castilla" o el "Señor de Madrid" son ejemplos de cada uno de ellos (respectivamente). La Historia no es aburrida, digan lo que digan. Estos son tres ejemplos de ello.
A Francisco Gijón, persona a la que admiro, no le catalogo como "historiador", porque entonces sé que me mataría. Divulgador de historia, crítico con lo que le rodea hasta extremos, y fiel conocedor de su entorno, es una persona cuya obra debería conocerse más de lo que está. Al encontrarse la mayor parte de sus novelas descatalogadas, aunque sé de buena tinta que alguna nueva en poco tiempo verá la luz, remito directamente a su interesante web. No os la perdáis, en serio. No tiene desperdicio.
Cambiando de registro, Marta Querol es otra deslumbrante mujer que me fascina (no soy el único) y que se está labrando un camino firme en este enrevesado mundo de las letras. Sus dos novelas pertenecientes a una trilogía cuyo final está por desvelar (pronto tendremos el placer): "El final del ave fénix" y "Las guerras de Elena". Obras que miles de lectores ya han disfrutado y se hayan esperando el desenlace. Para el verano, ideal.

Blanca Miosi y "La búsqueda", autora independiente, Peruana, exponente y referente de numerosos autopublicados. Sencillamente no puede dejarse escapar por nadie. Nombro "La búsqueda" porque es su texto más querido, conocido y vendido, aunque no el único. Aconsejo, desde aquí, "El manuscrito I" y "El manuscrito II" de reciente salida. Si te gustan los bestseller plagados de misterio, los disfrutarás, sin ninguna duda.
Jesús García Lorenzo, autor con numerosísimos relatos cortos, se ha atrevido a reunir los mejores de ellos (no todos, que lo sé), en un compendio titulado "Brelatos". Textos variados donde el miedo, el humor, la muerte o la fantasía sorprenderán en su lectura. Para trayectos cortos, genial.
Daniel Franco y su "Mister N", autor esporádico con un léxico y cultura que siempre he admirado (debilidad mía) debería ser otra visita obligada en el mundo de las letras. Siempre sorprendente y, a veces, más ácido que el Sulfúrico, cualquiera de sus textos guardan algo en común: calidad literaria. Y no digo más.
A "Pepe pepino" ningún crío debería dejarlo escapar. Un cuento delicioso para niños escrito por una autora, María José Moreno, que se siente a gusto en casi cualquier registro. Quizás este ha sido un soplo de aire fresco en sus escritos, no lo tengo claro. Desde aquí la animo a que continúe sorprendiéndonos tan gratamente.
Y a Alberto Lominchar, autor no muy conocido pero con una calidad cultural que, personalmente, admiro, le quiero nombrar, sobre todo su novela "El hombre bueno que supo hablar". Una historia de crítica social muy bien escrita desde el punto de vista del humor. Disfrutaréis de lo lindo como yo lo hice en su día.
Para ir casi concluyendo, aunque me dejo muchos, lo sé, y lo siento (me arrepentiré nada más publicar esta entrada), hablaré de dos autores que acaban de sacar varias novelas a la luz. Los dos tienen en común que sus obras se han hecho desde el reposo y la tranquilidad que el tiempo les ha ofrecido. Lo hicieron por placer y abordando temas que les ilusionaban, sin ninguna presión. Por experiencia (corta), me da a mí que estas obras no suelen ser malas, aunque sean primerizas.
El primero, David Cañaveral, con no una historia, sino dos obras publicadas este año, ha decidido darlas a conocer con pocos meses de separación, aunque, como el mismo autor confiesa, no son de "ayer mismo";su gestación se realizó durante años, cada una en una época y con mucha dedicación particular. "El triángulo escaleno" y "Dados de cristal" son sus títulos. Obras de difícil clasificación, mas, por escoger uno, el autor se decanta por una fantasía fuera de lo común. Que las Fortunas le acompañen,lo deseo.
Y el otro autor, Noa Velasco, escritor y diseñador gráfico, nos deja un libro esta vez sin ninguna duda dentro de esta fantasía: "Kelvalad: La Espada Oscura". Con una estupenda ilustración propia y una historia épica de "espada y brujería", pienso que este libro se merece un hueco en las lecturas de este verano.

Todos ellos son consejos desde el perspectiva "personal", naturalmente. Algunos son amigos, otros conocidos, y a otros no los conozco en absoluto. Simplemente porque creo que merece la pena conocerlos, al menos eso. El caso es que se disfrute de la lectura, sea cual sea y donde sea, que leer no está de más nunca (a mí me queda mucho, muchísimo).

Feliz verano