Dedicado a todos aquellos que han intentado publicar y han sido rechazados una y otra vez. Pues eso, a gente con más moral que el Alcoyano. Si eres uno de nosotros, acomódate. Y si no...también. Bienvenidos todos a la Generación del Alcoyano
"El mundo no se hizo en el tiempo, sino con el tiempo"
San Agustín
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domingo, 25 de julio de 2010
¿Qué fue de la Semana Negra?
Todos los años se celebra en Gijón unos diez días dedicados a la literatura de género negro (detectives, tiroteos, gansters, etc), aunque desde hace ya unas temporadas se han incluido la fantasía, la historia y la ciencia ficción, lo cual enriquece más el asunto.
Pues bien, esto para algunos puede sonar a "rollo", pero está hecho de tal forma que en torno a las carpas principales gira todo un mundo de puestos de libros, conciertos gratuitos (rock, soul, blues, etc), exposiciones de fotografía (photoespaña), cómics, mercadillos varios, o chiringuitos donde te puedes poner como el kiko a calamares o choricillos, etc. Vamos, que sé de gente que ha pasado por la Semana sin saber que el origen son dos o tres carpas en medio de toda la marabunta por donde pululan cientos de escritores, y muchos de primera fila. Eso es la genialidad.
Pero vayamos por partes. La semana empezó más bien de manera más extraña que negra. Para resumir, me ofrecieron un cambio de trabajo a mejor, me cogieron y lo perdí por chapuzas de la administración que no viene a cuento relatar aquí y que merecería un libro por sí sólo. En lo que concierne al tema que nos ocupa, me hicieron volver a Madrid y desperdicié mis primeros días de la semana, además de la reserva de hotel. Un fastidio por varias cosas, entre ellas porque me apetecía ver en persona a Teo Palacios, que presentaba su primera novela, "Hijos de Heracles", que está arrasando y con muy buenas críticas. En fin, que regresé a Gijón para ver sólo los últimos días, pero con las mismas ganas y con todos los bártulos a cuestas.
La primera impresión en cuanto te vas acercando al nuevo lugar donde se ubica el evento es que te adentras en un campamento de inmigrantes senegaleses, de la cantidad de puestos de vendedores de todo tipo. Pero es una falsa alarma, y en seguida unas figuras enormes de cartón piedra te dan la bienvenida al complejo, apareciendo los primeros chiringuitos de comida mezclados con los de feria. Según avanzas aparecen los puestos de libros, muchos de segunda mano donde a veces se encuentran verdaderas gangas. Algo más adelante llegas al núcleo, que son las carpas donde, sentado o de pie, según la suerte que tengas, escuchas al escritor de turno, o tertulias diversas, o algún certamen de poesía, e incluso música. Todo al lado de una barra donde te refrescas con una rubia (cerveza) en la mano. Asi de informal. Y si te cansas, unos churritos en el bar de enfrente nunca vienen mal, o unas sidriñas en el de pocos metros más allá. O si no, a la feria, unida al complejo y con la segunda noria más alta de toda europa.
- Damos por 3 euros una edición de lujo del último libro de Mateo Sagasta- anuncia el organizador de este evento Paco Taibo II, a lo que la gente se lanza en pos de la oferta. Los treinta o cuarenta ejemplares vuelan en menos de dos minutos (yo logro uno de ellos, ufff, por poco) Así de especial, entre otras cosas, es la Semana Negra.
Multitud de escritores noveles presentan sus libros (como Teo), y otros no tan nuevos: el nombrado Sagasta, Javier Negrete, Elia Barceló, Jose Manuel Fajardo, Valerio Massimo Manfredi (La última legión, Los Idus de Marzo, etc)o León Arsenal entre muchos otros. Por cierto, que de éste adquiero su última publicación, esta vez de carácter histórico, y con una dedicatoria suya, cosa que hacen siempre y por un precio algo (no mucho) menor de lo que se presentarán a las librerías.
- ¿Qué tal estáis en este sitio?- pregunto a una camarera (de buen ver) de uno de los chiringos gallegos en el que me dispongo a hartarme de buen pulpito.
- Pues mejor que el año pasado, que estábamos allí (señala otro lugar en la misma playa). Pero vamos, ya se sabe, por "cosas" ya no estamos en el mejor de todos, que era alrededor del Molinón.- y alza los ojos al cielo mientras se encoje de hombros con resignación para ver si he captado el mensaje. Por "cosas". Me imagino algunas.
Con todo este éxito, porque de hecho todos los años pasan miles de visitantes según las estadísticas, llama la atención que cada vez es más difícil el acceso a la Semana Negra. Yo diría que en este caso se observa claramente que un evento que para la gente tiene tanta atracción, por motivaciones de vaya usted a saber se va a conseguir echar por tierra. Ha variado la ubicación ya, por lo que sé, un mínimo de tres veces, alejándolo cada vez más de las zonas más accesibles (cambió de los alrededores del estadio Molinón, donde poco debía molestar en principio, a la playa de Poniente y de allí a la del Arbeyal, muy cercano a un barrio de clase obrera). En definitiva, algo para mí incomprensible y que terminará por hacer desaparecer si no se pone remedio a un festival que es único en España.
Porque esta semana de diez días tiene un encanto especial y, te gusten a o no lo libros, al existir tanta oferta variada, hay que visitarlo al menos una vez y saborear la mezcla ingente de olores y aromas, gente de lo más variopinta e intereses, de una ideología y gustos o de otros. Aunque lo más interesante y enriquecedor es la fusión por unos días de algo que pocas veces va unido y que en este caso marcha de la mano: la cultura y la diversión. Sólo por eso no debería desaparecer.
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Vaya, pues tiene una pinta estupenda. Nunca he estado allí, pero me ha gustado la forma en que nos lo has contado. Gracias por acercarnos un poquito a esta Semana tan especial.
ResponderEliminarUn abrazo.
Ron Lalá representada por un extracto de limón con aroma a fresón de la Vega arancetana, da la Bienvenida a este Alcoyano de fuertes miras y propósitos al universo de los blogs de las letras.
ResponderEliminarLa idea es estupenda, sin duda, la alternativa ahora tendrá donde "ponerse" bien, je je ...
Gracias por la inclusión del enlace, Javier, y espero colaborar en todo lo que se le venga a su fructuosa cabecita.
PD: La Semana Negra, al más pintao alegra. Recomendadísima.
Un abrazo con moral!
Hola Sergio!
ResponderEliminarPues ya te comento que merece la pena verlo y vivirlo por lo menos una vez, y más gente como tú o yo que nos apasiona escribir y leer. Llevo yendo algunos años ya y lo sigo recomendando a pesar de los pesares.
Hola Dani! Cuanto bueno por aquí!
ResponderEliminarGracias por ánimos, e igualmente para ti en tu empresa limonera, jeje. Aunque sé que os va de maravilla. Que siga, que siga...
Hola Javier, leo tu crónica y me da el mismo escalofrío que cuando entro en una librería: yo me siento una hormiga entre tanto gigante. Insignificante, y con casi todo por aprender. Debe ser una inyección de moral estar junto a escritores que ya van por su cuerto, quinto, sexto... libro publicado, y ver que son de carne y hueso.
ResponderEliminarQué cosas.
Un saludo
Pues sí, Blas. Lo mejor es cuando llevas media hora viendo alguna ponencia y entonces te das cuenta de que a tu mismo lado está un escritor de renombre escuchando lo mismo que tú...
ResponderEliminarTodos aprenden de todos, y lo mejor es que no hay diferencias por parte de la organización (o eso creo desde fuera, claro) con respecto a los noveles de los que no lo son.