"El mundo no se hizo en el tiempo, sino con el tiempo"

San Agustín

domingo, 7 de octubre de 2012

La increíble historia del capitán Zapata

A veces la historia oculta hechos insólitos que no deberían ser olvidados. Relatos sorprendentes dignos del mejor libro o la mejor película. Os voy a relatar algunas que a mi juicio son de lo más interesante que hallé indagando. Espero que os guste como a mí.
Comienzo con la siguiente.
 
La increíble historia del capitán Zapata
 
Remontémonos al siglo XVI, en plena sudamérica. Tiempo de conquistas y colonizaciones, a la par que exploraciones. Concretamente a una rica villa con más habitantes que Madrid, Londres o París en la misma época. Suena curioso y sorprendente que fuese así, pero cierto fue por las crónicas. Me refiero a la Villa Imperial de Potosí, en Bolivia.
 
En 1561 apareció en tal lugar un capitán llamado Giorgio Zapata, quien afirmaba haber estado al servicio del Duque de Medinaceli y del Virrey de Sicilia. Se convirtió entonces en aprendiz de un minero alemán y poco después descubrió un filón de plata sumamente rico; lo explotó durante diez años en sociedad con un asturiano con el que trabó amistad llamado Rodrigo de Peláez. Zapata se convirtió en uno de los hombres más ricos de Potosí y uno de los más respetados.
Después de quince años, Giorgio Zapata decidió regresar a su país. Obsequió con regalos a todos su amigos y se despidió de ellos, llevando consigo dos millones de reales de a ocho además de 138 kilogramos de oro puro. Pero su destino no fue la península. Se dirigió a Estambul para presentarse al sultán Murad II.
Porque se trataba de su ciudad natal, y el nombre verdadero de Zapata era Amir Çighala. El capitán era súbdito de la Sublime Puerta, el más feroz enemigo de España y de la Cristiandad. Narró sus aventuras al sultán y le regaló parte del oro que traía. Como agradecimiento se le concedió el mando de la flota, en general de las galeras. Cargo desde el cual fue catapultado al de visir del sucesor de Murad II, el sultán Mohamed.
El 11 de octubre de 1588 Çighala participó en la toma de Agria y en otras victorias turcas sobre los cristianos, con lo que hizo méritos para ser designado, finalmente, virrey de Argel.
Mientras Çighala no paraba de escalar posiciones, su socio Rodrigo de Peláez había decidido volver a su tierra natal, Asturias, tan rico como el turco. Pero al cabo de los años, el indiano sucumbió a la nostalgia por las Indias y, resuelto a regresar a Potosí, se dirigió a Cádiz para embarcarse.
 
Corría el año 1596. Los ingleses, comandados por el conde de Essex, bombardearon la Tacita de Plata  mientras el asturiano esperaba su navío y tomaron al asalto la ciudad. Peláez no solo perdió todas sus riquezas sino también su libertad: los británicos lo tomaron como presa de guerra y fue convertido en esclavo.
Como tal viajó a Inglaterra y luego a Francia pasando por distintos amos hasta que cayó en manos de unos árabes que lo condujeron a...Argel. En esa ciudad norteafricana lo vendieron a un poderoso turco, Kara Çigala, hermano menor de Amir Çigala.
Allí lo descubrió su antiguo amigo, el ahora virrey, y lo rescató de su cautiverio. Uno y otro se relataron sus aventuras desde que se despidiesen en la lejana Potosí. Çighala confesó que siempre había profesado la ley de Mahoma, ocultándola a los cristianos durante toda su estancia en América. Dos meses más tarde el otomano envió al asturiano de regreso a España, con una carta escrita en buen español con "algunas frases en árabe" y bien cargadito de regalos de oro.
 
Toda una historia digna del mejor Spielberg, ¿no?
 

4 comentarios:

  1. Digna de Spielberg, sí señor.

    Me encantan estas gotas de historia que nos presentas.

    Gracias por ello.

    Jesús

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  2. Gracias, compa! ¿La conocías? Yo aluciné cuando la leí, y por eso quería darlo a conocer.

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  3. No, no la conocía, es más, no tenía ni idea de quién era el capitán Zapata. Hoy en día sería un espía estupendo porque que haga una fortuna en un país cristiano, y más de aquella época, y que nadie se diera cuenta de que era árabe, tiene su mérito.

    Como ya te dije antes, me encantan estas gotas de historia, esperaré con interés la próxima.

    Un abrazo
    Jesús

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  4. Pues tengo otra que parece todaavía más increíble que esta. Vamos, que no me la creería si no la hubiese leído y escuchado de varias voces. Ya verás, ya.

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